martes, 30 de diciembre de 2008

"La cripta de los capuchinos" de Joseph Roth


Viena, tras la primera guerra mundial. La familia Trotta es una familia venida a más gracias a la ayuda de un antepasado suyo al emperador en plena batalla. Nombrados nobles suben en el escalafón social del imperio austro-hungaro. La primera guerra mundial viene a hundirlo todo. Era otro mundo, un mundo basado en el honor. No en el dinero. Estallada la guerra, todos los nobles entregan todo su dinero al imperio, sin especular, esperando que tras la victoria, si llega, todo le sea devuelto. La derrota conduce a la miseria a todos ellos. Lo aceptan sin deseperación, hicieron lo correcto. El joven Trotta debe convivir con la nueva realidad surgida de la gran guerra. Ya no hay dinero, su hermana y su cuñado viven del arte, de vender lo que ellos llaman arte, y lo aún se llama arte. Pura basura para sacar el dinero a nuevos ricos. Al joven trotta se le remueven las tripas. Llaman virtud al vicio. Caído el imperio, una retahila de nuevos paises surca la vieja Europa, entre todos ellos la vieja Alemania.
Fascinante e inquietante el perosnaje de un Alemán amigo de su madre, nostálgica de otros tiempos. Este alemán chilla, no habla, y su lenguaje encierra gran beligerancia. Es fácil establecer la metáfora. De quién habla. El joven Trotta no entiende por qué su madre, simbolo del viejo mundo, está tan contenta de conversar con ese gritón insoportable, hasta que se da cuenta del por qué. Su madre - la vieja europa- estaba sorda, y sólo estaba ya preparada para oir gritos histéricos.
Impresionante

lunes, 29 de diciembre de 2008

"Opus nigrum" de Margarite Yourcenar

He aqui otra novela que encierra enorme sabiduría. Es la historia del alquimista Zenón, en paises bajos, la actual Bélgica, un sabio que jugaba con la alquimia no del metal, sino de las ideas, un auténtico librepensador que conocía los secretos del alma humana. No le gustaba hablar con las gentes que le rodeaban, llenos de prejuicios, de ideologías que condenaban sus pensamientos a un mero repiqueteo de la ortodoxia de la época. Daba igual que católica o protestante. Que más da.
Es de una lectura fascinante ver lo sólo que se sentía Zenón ante tanta estulticia humana, siempre conspirando en su contra, sin una pizca de optimismo. Ya lo dice la página inicial del libro: dios le dió a cada animal una característica propia a la que deberá ceñirse sin darle libertad de movimientos, a todos menos a los hombres, que los hizo libres. Nos dijo que nuestros actos serían los que nos definirían, seremos como nos comportemos. Nosotros elegimos.
Este pesimismo acerca de nuestra capacidad de obrar con un mínimo de racionalidad lo tenía Zenón en el siglo XVI, y Margarite Yourcenar en los años setenta.
Y sigue

domingo, 28 de diciembre de 2008

"Opio" de Maxence Fermine

Opio es la exhuberante historia de un joven comerciante europeo -inglés- que marcha a la lejana y exótica china del siglo XIX en busca de fortuna. El té es su pasión, y té es lo que va buscando. Vemos las diferentes clases de té; la más difícil de encontrar, el blanco. Toda una metáfora. Buscando té encontró a Opio, mujer de belleza sin igual, fuente de peligros, segura perdición. Otra metáfora.
Fermine te conduce a lo exótico, sabe hacerlo, siempre con sencillez, lo bueno si breve dos veces bueno, parece que te teletransporta a lo que te está relatando.
En este blog somos ferminianos. Exigimos que todo lo de Maxence Fermine se publique en castellano

"El café de la juventud perdida" de Patrick Modiano

De verdad que no es fácil leer un libro que tenga eso que decimos "algo". Lees embelesado. Es un relato contado desde cuatro perspectivas diferentes, de más lejana a más cercana, y eso que crees que la primera visión, la más alejada, no podría ser más cercana.
En la vida estamos solos, muy solos, pasamos por ella casi sin dejar rastro. Por eso nuestros protagonistas necesitan - todos lo necesitamos- dejar miguitas de pan, huellas de su paso por el mundo, lo que ellos llaman puntos de referencia. Trazan toda una guía urbana de Paris, con las denominadas zonas neutras, donde la gente perdida en plena huida de todo puede refugiarse sin temor a que el pasado le alcance. Todo ello tiene un centro, un núcleo catalizador, el café de la juventud perdida.
Qué tiempos aquellos.
Qué tiempos estos.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Sembrados.

Ayer dos chicas vinieron al mostrador primero buscando "Hoy es fiesta" de un tal Algo Buero no sé qué. Luego, nos dejaron esta perla:

- Estamos buscando el elevalunas, es de Isabel Allende.

viernes, 26 de diciembre de 2008

"Meridiano de sangre" de Cormac McCarthy

Cormac McCarthy es todo un fenómeno. La película "No es país para viejos" le ha ayudado. Meridiano de sangre me pareció una novela brutal. Transcurre entre la frontera de EEUU y el norte de México. Habla de una época, mediados siglo XIX, pre civilizada, entendiendo civilizada como la ocultación de los humanos actos más inconfesables tras el muro que supone la privacidad. Sin que nadie se entere. Aqui no. Aqui la violencia está instalada en todo acto humano, no una violencia velada como en un mundo civilizado, sino directa. Si quieres algolo coges, mañana eso si tú serás la victima de otro deseo humano. Superviviencia en estado puro, sin más.
Un ejercito paramilitar de matones estadounidenses es contratado para matar indios, pero al final también se cargan a los mexicanos, y a todo lo que se ponga por delante que no sea blanco blanquísimo. Asistimos a un México de llanuras heladas, montañas nevadas, chacales y coyotes, donde los humanos tratan de sobrevivir. Lo tienen difícil.
Los protagonistas de esta explendida novela filosofan sobre tanta violencia, nada gratuita y se preguntan si es justo aprovecharse de su condición de fuertes por gracia de la naturaleza. Si no habrá alguna ley más justa, alguna moral. La conclusión es que la ley moral es una invención de los débiles para imponer su voluntad, no para igualar las fuerzas, sino para dar la vuelta a la tortilla. Una exigencia de discriminación positiva contínua. Si una cosa es injusta la otra no lo es menos.
Ya pasó la hora de los primeros

jueves, 25 de diciembre de 2008

"Desayuno en Tiffany's" de Truman Capote

Desayuno en Tiffany's, anagrama compactos, recoge cuatro estupendos cuentos. El más famoso es el que da nombre al libro, por la película "Desayuno con diamantes" y por ser fantástico.
Es la historia de una chica que vive en Nueva York, a la que le rodea cierto halo de misterio. Parece alguien inaccesible, en un mundo de felicidad y prosperidad. Luego, todos lo sabeis, eso, todo, se hunde. De lo que parece a lo que es ciertamente hay un trecho. El film aún guardó un pelín las composturas, no es tan triste, pero el cuento si lo es. Personas solas en un mundo que ya no comprende a nadie. Ni comprensión ni compasión. No cuento más para aquellos que no lo hayan leído. Relato duro pero imprescindible. La película está muy bien. Es gracioso ver a Hannibal Smith del Equipo A -un George Peppard jovencísimo- cortejar a la preciosa Audrey Hepburn, la que, tras su sonrisa, se escondía una profunda melancolía.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

"El conformista" de Alberto Moravia

Todos somos producto de la educación recibida. Padres, escuela y sociedad- esta hoy día creo que es la que más aporta a nuestra educación, domesticación, con los mass media-. Una vez somos lo que somos vemos como podemos vivir con ello.
Moravia retrata la italia fascista a través de Marcello, personaje acomplejado que se abre paso en un mundo que raya la locura. Habrá quién vuelva a tener tentaciones de considerar la novela una denuncia al fascismo. Vale, puede que también, pero es fácil extrapolarla a cualquier otro tiempo. Como el nuestro, que casualidad.
A Marcello, joven italiano que quiere como todo el mundo ser alguién en su entorno, le han inculcado la filosofía del fascismo como medio de vida. En ese medio se abre paso, primero timidamente, luego a empujones. ¿Si nadie se preocupa por él, por qué él tiene que mirar por nadie? Los escrúpulos sobran. Siguen sobrando. Cuando es un individuo útil a su país, espía del estado, y cumple con su cometido de eliminación de subersivos, cae en la cuenta que ha ido demasiado lejos. Justo en ese momento se da cuenta que no hay marcha atrás. No es un traidor, y logicamente no le conviene serlo. Hay que seguir viviendo, y más con mujer e hija. Entonces él, todos los individuos en su situación se hacen más papistas que el papa. Si su vida es una locura de absurdo, y su mundo lo es también, necesita que su mundo no se hunda nunca. Si el fascismo cae, él se quedará como se suele decir en calzoncillos. Necesita la irracionalidad para que su vida tenga sentido. Si todos dicen que los burros vuelan el será alguién racional, equilibrado. Esto se extrapola a nuestro mundo de hoy. Salimos a absurdo que nos interesa por acción realizada. Nos han educado asi, no tenemos culpa y luego simplemente hemos de vivir.
En el mundo de ficción hay siempre algo de justicia, ciega eso si. ¿Por qué Marcello tuvo que pagar el haber recibido tal inculcación de ideas? No querrás que beba y ande derecho.
La no ficción es menos romántica incluso

martes, 23 de diciembre de 2008

"Cuando Shlemel fue a Varsovia y otros cuentos" de Isaac Bashevis Singer

Hace lo menos veiticinco años mi padre se presentó en casa con un libro algo raro y me dijo que si me apetecía leerlo. Me pareció divertidísimo. Lo tengo de editorial Alfaguara, sin duda descatalogado. Tal vez en Uniliber.
El cuento que más me gustó a parte del que da nombre al libro - Shlemel intentando ir a Varsovia y jamás llegando y a la vuelta a su pueblo yendo a uno igualito al suyo pero que no es el suyo, con una esposa igualita que tampoco es la suya, y...- el que más me gusta es el de un viejo avaro que sólo acumula riquezas. Un día un vecino le pide una cuchara de plata con el pretexto de que cenaba con ese vecino un joven y guapo pretendiente de la hija. Con esa cuchara el joven pretendiente vería que ellos eran una familia pudiente. Eran otros tiempos. El caso es que al día siguiente el vecino le devuelve la cuchara y seis cucharita pequeñas de plata. Le dice al viejo que la cena fue mal, pero que de madrugada la cuchara dió a luz seis cucharillas de plata y que se las entregaba a él. Asi, cada noche algo diferente de valor le era pedido al viejo y cada mañana el vecino le entregaba sucesivos partos de esos objetos de valor. El viejo avaro se frotaba las manos. No podía ser todo aquello, mientras se beneficiara la irracionalidad del hecho poco le importaba. Un día le pidió prestado el candelabro de siete brazos, eran judíos, de plata. Aqui el viejo intuyó que se enriquecería mucho más y excitadísimo entregó el valioso objeto. En esta ocasión un acaudalado joven venía a pedir, supuestamente, la mano de la hija del vecino.
El viejo no durmió pensando en la fortuna que le traería el vecino. Siete candelabros de plata. Demasiado para poder contenerse. A la mañana el vecino fue a casa y le dijo que la cena fue mal. Que el joven era un farsante. El viejo le espetó que donde estaban sus candelabritos. El vecino le dió la mala nueva: había fallecido en el parto.
El viejo le llamó farsante y ladrón, que le había engañado, que un candelabro no podía morir en un parto. Tampoco dar a luz le espetó el vecino.
Recurrieron al juez de paz dara dirimir la contienda
Una vez oído el caso falló de la siguiente manera: si la irracionalidad y el poco sentido común beneficiaba al viejo cuando le iba bien y no consideró el asunto anormal, cuando le fue mal tampoco podía protestar.
Moraleja aplicable a nuestro absurdo cotidiano

martes, 16 de diciembre de 2008

Novedades del blog

Hola chicos...
Para desintoxicar un poco de tanto libro, os cuelgo una entrada para comunicaros dos novedades en el blog, ambas en la seción "No te olvides de..."
La primera,Lecturalia, una web donde comentan libros, pero comentar, comentar... no comentan, se dedican a copiar contraportadas. Pero bueno, ahí está como material de consulta.
La segunda, la web de nuestro compañero Miguel, Uniliber, una libreria online de libro viejo y descatalogado.
Como regalo os pongo una cancioncilla que me gusta mucho. Se llama "misty" y la interpretan Stan Getz y Chet Baker. Que no os asuste escucharla porque es realmente bonita.

"Almas del nueve largo" de José Luís Alvite

Cuando abres este libro, tu habitación se llena de humo de tabaco, la lámpara del techo se transforma en una simple bombilla, sucia, cubierta por una tulipa cónica, negra como un tizón y tus ropas desaparecen para convertirse en unos elegantes pantalones de pinzas negros, camisa blanca, chaleco, corbata y un sombrero al más puro estilo "Scarface".
Te encuentras como en medio de una partida de poker de los años 20, donde lo que menos importa son las cartas y el juego. Son los personajes que te rodean, sus vivencias, sus comentarios y sus reflesiones (por cierto, estupendas) los que poco a poco van construyendo un ovillo de historias que poco a poco hay que desliar.
El libro (sobre todo el principio) es muy entretenido, tiene un aire nostálgico buenísimo, parece que te lo esté contando la voz en off de una película de Eliot Ness y te sientes muy arropado y alejado del siglo XXI. Tiene un pero: Se va transformando poco a poco en un libro sobre relaciones de pareja con bastante poco interés.
Mi valoración: Hasta la mitad, un diez. De la mitad al final, prefiero no opinar. Nota media: un cinco

domingo, 14 de diciembre de 2008

"Los cipreses creen en dios" de Gironella

Este es un libro que retrata la españa de la república hasta el estallido de la guerra civil. Luego vendrán dos partes más, guerra y postguerra. Es una obra tachada de estar al lado de los vencedores.
Partidos políticos, tendencias ideológicas, todo ello es retratado, sin exclusiones, obispos y anarquistas, tradicionalistas y obreros. Cierto es que parece hacer más hincapié en la radicalidad de ciertos crepúsculos de la llamada izquierda.
En vez de tachar a los cipreses... de obra reaccionaria, mejor sería pararse a pensar en el momento en la que fue escrita, en plena dictadura.
Independientemente de su pensamiento,
¿Qué otra cosa podría haber hecho?

"El corto verano de la anarquía" de Hans Magnus Enzensberger

Este fantástico libro -compactos anagrama- recoge la vida obra y milagros de Durruti, anarquista leonés emigrado a Barcelona.
En forma novelada, Enzensberger, de forma sencilla, amena, retrata un personaje ya de otro tiempo y un tiempo de otro universo. La utopía anarquista fue puesta en marcha en la ciudad de Barcelona de finales del 36 hasta mediados del 37.
Narración fascinante cuenta como de repente todo el mundo vestía de obrero, todos guardaron sus vestidos bonitos en el ropero lejos del alcance de ojos ajenos. Vemos a los anarquistas, con sus ideales, sueños del que se despertaron pronto. Todos llevamos varios milenios despiertos. Vemos al gran Durruti. Bienaventura de nombre. Lider carismático, arrastra masas. Una suerte de Enrique Lister en Barcelona y anarquista. Sus logros y sobre todo su enigmática muerte. ¿Cómo murió? No está muy claro. Qué si los nacionales, los comunistas o una bala perdida que sus correligionarios no quisieron decir que mató al gran heroe para no acabar de golpe y plumazo con el mito. Vaya manera más tonta de morir para un dios.
En medio de esto, asistimos a una españa republicana cercada por la españa nacional con sus aliados foráneos, y una Barcelona anarquista- breve breve- cercada por la españa republicana, comunista socialista centrista "burguesista" que primero pensó en acabar con anarquistas trosquistas y compañía, -obreros- y luego con los nacionales
Sólo consiguieron lo primero

jueves, 11 de diciembre de 2008

"Ácido sulfúrico" de Amélie Nothomb

Bueno, un librillo con pocas pretensiones que refleja el mundo de los "reality shows" pero exagerándolos con la intención de hacerlos más atractivos al lector. En este caso narra las vivencias de los concursantes de uno de estos concursos de tele-realidad donde se retrata un campo de concentración, y los nominados no se expulsan, sino que se les pega un tiro entre ceja y ceja. La verdad es que en algunos casos, no sería mala idea...
El libro es flojete, te distrae, tiene algunas frases bastante buenas, reflexiona sobre el mundo de la televisión y los televidentes, pero para ser sinceros, no se salvará de la quema cuando me vuelva loco e incendie la librería más cercana a mi casa.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

"El origen" de Thomas Berhard

El origen es el primer volumen de la biografía, autobiografía, de Thomas Bernhard. Son cinco volúmenes en total. Muy cortitos, eso si, que nadie se asuste. No es ningún mamotreto
Este primero Bernhard aprovecha para cargar contra la peor institución jamás inventada por la trastornada mente humana. La escuela.
En un momento en que el nazismo agonizaba, los educadores del colegio austríaco al que Bernhard asistía, como en todos los colegios, el autor los considera anti educadores. Perversos. Con lecciones que ciertamente se graban en las mentes colectivas de los educados. A saber. Respeto absoluto al fuerte, al matón, desprecio absoluto al débil, al debilucho, al de gafas, al sensible, al que le sabe mal hacer el mal por el mal. En medio, una pleyade de termitas humanas, los en realidad débiles catapultados por su debilidad a la cúspide, los que acaban dominando a los violentos y a los sensibles. Los que se aprovechan de la existencia de los primeros para cargar sin tregua contra los segundos.
El que se salga del rebaño se autoseñala como presa fácil.
Lo triste para Bernhard es que tras la caida del los nacionalsocialistas austríacos, llegaron los curas católicos austríacos a la escuela, y, pues todo siguió igual.
Lógico
Es difícil sobrevivir a la escuela

domingo, 7 de diciembre de 2008

"San Isidro fútbol" y "Aquí no paga nadie". Pino Cacucci y Dario Fo

Vivimos en un mundo en el que actualmente sólo se nos ve como buenas personas si nos comportamos de una manera socialmente aceptada. Es fácil. Con aparentar que estamos en contra del maltrato de los animales, de la violencia de género, de las dictaduras, del caciquismo, de la especulación, del terrorismo, de la explotación laboral, del respeto al prójimo, de Gran Hermano, de la subida de los impuestos, del avinagramiento social... En fin, de todo lo que te hace ser un vinilo en una estantería de CD's.
En ambos libros, se nos muestra de una manera tremensamente cómica que, en un principio si que respetamos nuestro ídem (perdón por el juego de palabras...) pero que, como ya nos dijo Mark Twain, "los pricipios sólo tienen fuerza cuando se tiene el estómago lleno". El respeto, la tolerancia y todas esas cosas tan bonitas que quedan tan bien decir en medio de una multitud de gente, se derrumban como un castillo de naipes ante la presión que ejerce el beneficio propio sobre nuestros valores.
En "San Isidro fútbol" es la figura de un sacerdote que descubre los poderes de un "misterioso polvo blanco" que le da unos poderes sobrenaturales al delantero centro del equipo de fútbol de su pueblo. No sabe (o no quiere saber) la naturaleza de ese polvo e intuye que incluso podría ser pecado la utilización del mismo, pero gracias a él, el delantero centro marca más goles que Garrincha.
En "Aquí no paga nadie" es lo mismo pero digamos...del otro bando. Un trabajador, camarada de sus camaradas, obrero, sindicalista, duro con la patronal y el empresario, trabajador ejemplar,con el puño en alto siempre que puede, se rinde ante la influencia de poder robar con argucias morales al que ni el más desalmado de los mortales se podría resistir. En unos tiempos de crisis donde todas las mujeres están embarazadas (pobrecitas, míralas como sufren) i nadie es capaz de investigar si ese embarazo es real o simplemente por aprovecharse de los beneficios morales y sociales, donde hasta un ataud sirve para esconder comida robada sin que nadie se atreva a mirar lo que hay dentro (ya tiene bastante pena) y donde cualquier excusa es buena con tal de que sea mentira, los personajes de este libro nos muestran el desasosiego y el malestar social de las clases trabajadoras donde, al contrario de la ley natural, no es el más fuerte el que sobrevive, sino el más débil.
Ignorantes y débiles... La raza que dominará el mundo

sábado, 6 de diciembre de 2008

"La colmena" De Camilo José Cela

Recuerdo a Cela en los ochenta cuando salía junto con Ramoncín en el programa de Hermida, en la sobremesa, el mismo en que echaban la serie Cheers, cuando no había más que dos canales y ninguna cadena delegaba en otra la responsabilidad de emitir algo decente. Aqui Cela era un poco lenguaraz, soltando algún que otro taco. Parece que tenía buena prensa.
Luego ganó el nobel en el 89 y su imagen se deterioró. Qué si nunca dijo que el Nobel fuera una mierda; qué negará haber sido censor en tiempos pretéritos.
Caiga bien o mal, cayera, lo que aquí nos ocupa si el libro es bueno, si aporta algo a la literatura. Hay quién habla de "La colmena" como de un auténtico coñazo. ¿La han leído?
Para mi es una pasada.
Habla del Madrid de la posguerra. Es una narración ágil, muy sencilla, de cosas que interesan. Sientes frío con los personajes, el miedo de vivir en esa época, de la escasez. Del desprecio de la dueña del café por ciertos clientes, del desmedido aprecio por otros. Sufres con las chicas jóvenes sin más porvenir que buscar un buen partido, que luego resulta ser un sinvergüenza. Son tiempos difíciles, sin mucha ética. Siempre son tiempos difíciles.
Todo de la mano del protagonista, que va buscando huir de su pasado, buscando cobijo y algo de alimento en casa de su hermana, casada con un Nacional, o incluso en los burdeles, las únicas almas caritativas de un Madrid exhausta.
Asi vemos el mundo real de la posguerra, con sus ganadores y perdedores, con una frase muy interesante que curiosamente no sale en el libro sino en su versión cinematográfica salida de la boca de José Sacristán:
- ¡ganar una guerra para esto!

viernes, 5 de diciembre de 2008

"Siddhartha" de Hermann Hesse

Siddartha es un libro adecuado para esos momentos, tan frecuentes verdad, en los que estás enfadado con el mundo. Siddhartha te reconcilia, y te espera pacientemente hasta la próxima.
Te aporta cierta calma interior
Om
En la antigua India el joven Siddhartha, como todos nosotros, se preguntaba como se alcanzaba el dominio del Yo. Cómo controlarlo. Alcanzar la palabra sagrada.
Om
Con la acumulación de sabiduria vió pronto que no. Ancianos brahmanes, sabios y venerables, hasta la muerte seguían acumulando sabiduría. Si siguen buscando, pensó, es porque no han encontrado aún.
Anulando al Yo, dándole martirios, privándole de comida y bebida, incluso de ropas contra el frío, tampoco pareció ser la solución. Era como beberse toda la cerveza de la India. Al despertar de la borrachera, el Yo seguía alli. Aún sin sentir hambre o frío, antes o después, el Yo volvía a gemir como una quejumbrosa maquinaria.
Con los placeres carnales, pronto el Yo chirria, más que nunca, nunca tiene bastante este Yo.

Bajo un árbol creyó hallar la solución
Ayuno, silencio, poner bajo el listón.
El pasado volvió a él, a los que quería,
y por ellos sufría.
Om
Aprendió a relativizarlo todo. Lo que hoy es tan importante, tal vez mañana no lo sea tanto. Nunca es tarde para cambiar algo torcido.
Sobre todo, que Siddartha era Siddartha, y los demás no lo eran, y no podían aprender lo que él tan claro tenía. No hay que esperar de algo o alguién lo que por lógica no puede hacer o aprender.
Una piedra es una piedra. Tal vez con el tiempo se deshaga en tierra en la que se plante un rosa de la que salga una hermosa flor.
La palabra sagrada se oyó en su corazón cuando vió esto claro. No era el listón de Siddartha lo que estaba alto, era muy alto el listón que había colocado a los demás.
Su hijo, todos nosotros, estamos a disgusto en ese mundo, esclavos del Yo y por eso damos tanta guerra. Siddartha pensó que si él era el primero en aceptar esta conclusión y oir la palabra sagrada, los demás acabaríamos por oirla.
¿Nadie oye nada?
Om

jueves, 4 de diciembre de 2008

"Una princesa en Berlín" de Arthur Solmssen

No suelo leer cien hojas de golpe, ya quisiera, pero con este lo hice. La alemania de entreguerras es una época fascinante,y considero "Una princesa en Berlín" uno de los libros que mejor retratan tal época.
Muy curioso, en una de las tomas de contacto del protagonista con el mundo obrero marxista, a la zona este de Berlín, conoce a ni más ni menos que a Bertolt bretcht.
Es la historia de un norteamericano que tras participar en la Gran guerra del catorce vuelve a Berlín a principios de la decada de 1920. Se rodeará con gente acomodada, pero también con personas con menos ingresos, con gente que cojeará de las más diversas ideologías, por supuesto sin ser citadas-nadie es de nada-. Será un partícipe neutral en mundo agonizante que cree que tiene esperanza- el mundo berlinés digo- donde será recipiente de multitud de confesiones, susurros y algún que otro grito desesperado.
Vemos una alemania en ruinas económica y moralmente. Industriales y banqueros, muchos de ellos judíos aunque no todos, aprovechan la crisis - ¿os suena? para ganar más dinero. Generan tal inflacción que el pan por la noche se compra con un billete 100000 veces el valor que el de la mañana anterior.
Paro, hambre, movilizaciones callejeras, Weimar es un evidente fracaso. La república democrática surgida de la paz de Versalles es una triste charada- sin dinero toda democracia es una charada; sin dinero todo lo es-. La democracia liberal, pues, agoniza, en las calles y la agitación es más que evidente.
Comunistas y Anarquistas amenazan al estado.
El estado liberal ve como su invento anestesiante, colocar a la socialdemocracia en el poder, a fracasado. Los obreros no comen, pues no pican el anzuelo.
Unos peligrosos bastiones nacionalistas amenazan el estado por la otra orilla ideológica desde Baviera. Hitler
El estado lo intenta pero es una marioneta de los ricos industriales, banqueros y de la torpe Sociedad Internacional de Naciones. El marco se devalúa y los alemanes se empobrecen por segundos
EL estado va a caer y sus dirigentes, las clases altas, deben decidir a quién le dejan el poder para impedir la anarquía. A los comunistas o a esa incognita con bigote y flequillo que seguro será maleado cuando se apoltrone en el poder
Cualquier cosa mejor que los comunistas,piensan.
Pues ya ves


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miércoles, 3 de diciembre de 2008

"Lanzarote" de Houllebecq. Pentalogía del hartazgo( I )

Michel Houllebecq es la voz, -cínica para unos, aguda para otros, nihilista he llegado a oir, -del para mi punto de vista, hartazgo monumental hacía otros individuos de su, nuestra, especie.
No nos soportamos más. Preferimos trocar ese rechazo con feos ismos- racismo, sexismo, clasismo...- antes de reconocer que ya nadie soporta a nadie. Sin exclusiones.
Cada libro de Houllebecq supera al anterior. Este, Lanzarote, fue el primero que leí. Luego he visto que todo lo apenas esbozado aqui, turismo sexual, sectas, clonación humana, incapacidad de amar, sexo como utopía, hartazgo vital, sexo, imposiblidad de recibir amor- ¿he dicho ya sexo y hartazgo vital?-, todo esto, digo, se repite en sus posteriores novelas, revisado y ampliado.
En lanzarote un funcionario harto de todo marcha a esta isla a desconectar y si puede ser resetearse. Como esto aún no es posible, pues se embarca en una aventura con dos alemanas muy abiertas. Hay un momento en la playa, en medio de la arena a la vista de quién quiera ver, que lo poco que se dicen entre ellos está escrito en inglés; será para no herir suceptibilidades. En la isla, siempre pensó en la posibilidad de una isla, se esconde el sueño de una vida sin desasosiego, con pocos humanos y estos en vias de sustitución por réplicas que no sientan la necesidad de molestar en tiempos de paz, aniquilar en tiempos de crisis.
Recomendabilísmo Houllebecq. Risas, escenas picantes, agudas anotaciones de la vida humana, y un poco, bueno un mucho, de mala leche.
Un hombre analógico en un mundo digital.

"El tío Petros y la conjetura de Goldbach" de Apóstolos Doxiadis

La mayoría de los best-seller tienen cuatro o cinco características comunes, como ser un libro gordo, tener un viaje de por medio, el protagonista va en busca de cualquier cosa, hablar de una manera muy técnica de algún tema en concreto, no suelen ser difícil de leer, resultar entretenido, enganchar al lector y por supuesto, venderse un montón al menos durante un tiempo.
En el caso de "El tío Petros..." no sabría muy bien si catalogarlo de best seller o no. Cumple unos requisitos, pero otros no.
El primero no lo cumple. Son escasas 160 páginas que mantienen en vilo al lector durante todo el libro, hecho que hace que se cumpla el séptimo mandamiento de las leyes del best seller. El segundo tampoco. El protagonista no hace ningún viaje físico a ninguna parte, exceptuando los viajes sin importancia a casa de su tío, que le hace ir en la búsqueda de la demostración de la conjetura de Goldbach, ale, tercer requisito cumplido.
"El tío Petros..." es una completa disertación apta para todos los públicos acerca de las mátemáticas y, en concreto, sobre los números primos y los grandes matemáticos de la historia. Resulta muy ilustrativo y acerca ese tema tan odiado y temido para mucha gente (las matemáticas) al pueblo llano. De paso, cumple los requisitos cuatro y cinco.
El libro está bien. No es demasiado pretencioso pero cumple con su cometido. Es muy entretenido, ideal para leer en el metro, para aprender un poquito sobre las matemáticas, para leer después de algún ensayo agotador, para pasar un buen rato y sobre todo para cumplir con la sexta norma del buen best seller.
En cuanto a la última. La de ser uno de los "mejor vendidos"... Ha tenido épocas mejores.

"Los niños muertos" de Martin Amis

Cierto día mirando ciertas estanterías vi un libro de Anagrama de Martin Amis. Ojeándolo observé que se parecía a "Menos que cero" de Easton Ellis, y pensé: seguro lo mejora.
Asi fue.
Los niños muertos es la historia de unos niños-niñatos- hijos de papá de Londres que no saben que hacer con su tiempo y lo ocupan flirteando con las drogas, alcohol, sexo a raudales, y de nuevo drogas, alcohol a raudales y sexo, para acabar con drogas a raudales, alcohol y sexo. Para que más
El libro es ameno, divertidísimo. A diferencia con el de Ellis, aquí disfrutas con los personajes. En aquel sufrías con ellos, donde por drogarse accedían a hacer cualquier cosa. Bueno, hay una excepción en el de Amis: el chico que estaba obsesionado con que se le iban a caer los dientes, hasta que un día...
Grande, muy grande el personaje de Andy Adorno, cínico cachondo que hace de la historia contada tal como si fueras montado en una montaña rusa. A diferencia de Ellis, sabes que aquí Adorno no descarrilará.
Posteriormente lo intenté con "Dinero" de Amis, también en Anagrama. Pero, ¡ay! no pude con él. Me pareció estar en las 500 millas de indianápolis dando vueltas, vueltas y vueltas sobre lo mismo.
No me rindo, lo intentaré con "La información". Ya os cuento.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Baricco vs Fermine. "Seda" frente a "Opio"

Todos tenemos algún amigo al que su profesor de universidad utilizó los datos de un trabajo que le entregó para escribir su libro. Yo, por lo menos, dos personas, y uno de ellos mi hermano. El mundo está lleno de estafadores que se aprovechan del trabajo de los demás para luego sacarle su propio partido. En fin, la vida es así.
Seda, ya desde su nacimiento tuvo un éxito bastante ganso en las librerías. Pero fue (y como casi siempre) a partir de la película cuando se dispararon las ventas. Y todo por esa estúpida manía esnobista de querer leerte un libro antes de ver la película, no para comparar, sino para presumir delante de esos cinco o seis amigos que te acompañan al cine (si vas solo no tiene gracia) y exclamar cuanto más alto mejor: "Pues a mi me gustó más el libro" con cierto aire de amnesia porque el libro te lo leíste hace ya muchos años (concretamente la semana pasada), cuando aún no sabías nada de la película.
..."Me gustó más el libro" pienso que es como comparar un dibujo de tu pareja con una noche en la cama con ella. Y sin dormir. No es comparable. ¿Que te gusta más la merluza o el surimi?, vale va, clichés pseudointelectualoides a otra parte.
Me estoy desviando...Voy al grano:
Baricco tiene una escuela de creación literaria. Al igual que aquel profesor de bionosequé utilizó el trabajo de fin de carrera de mi hermano para su ponencia final en su doctorado, supongo, y repito, supongo, que el Baricco en cuestión alguna vez habrá utilizado algunas cosillas de sus alumnos para sus publicaciones, aunque sea "sin querer".
Una lectura parecida a "Seda" sería cualquiera de Maxence Fermine. "Opio", "Nieve" o "El apicultor", por ese orden, serían libros alternativos a "Seda", donde aparece el mismo estilo de historia, un personaje en busca de algo y que tiene que viajar en busca de ello y bla, bla ,bla. Pero además de ser alternativos, resultan más interesantes (Bueno, el apicultor no tanto). Fermine también tiene un libro bastante recomendable que se titula "El violín negro" que tal vez sea el que mejores sensaciones deje al lector. Se me ocurre que hay cierto paralelismo entre este libro y aquél violinista que trabajó para Maurice Minnifield en "Doctor en Alaska" y que se trastornó por no poder tocar el violín que acababa de comprar Maurice.
Resumiendo: Si aún no has leído a Baricco, sigue sin hacerlo, si ya lo has hecho, cambia a Fermine.

"Cuentos del lunes" de Alphonse Daudet

Cuentos del lunes son una serie de cuentos del escritor francés Daudet acerca de la guerra franco-prusiana de 1870.
Los cuentos son muy ligeritos, nada pretenciosos, que se prestan a ser leídos a ratos.
Partiendo de la premisa que muchos de ellos aportan un pronunciado caracter patriótico francés contra el invasor alemán, muchos otros hablan de situaciones cotidianas interrumpidas por la coyuntura de la guerra; o de esa madre que va a la retaguardia del frente para ver a su hijo al que no ve hace meses, y sólo puede verlo cinco minutos; o de aquel hombre que se arruinó o sobre el otro que le recrimina haberlo dejado todo por su país sin pensar en su mujer e hijas; o ese muchacho que cansado de la idiotez de la contienda decide desertar.
Es en definitiva un pausado caminar por la francia del diecinueve, en ocasiones con paisajes bucólicos, caminares al amanecer en tiempos pretéritos a la guerra, pilluelos adolescentes en busca de pan, y por qué no, diversión, y en otras ocasiones por paisajes encarnizados donde el portador de la bandera tricolor resiste hasta caer al suelo con dos palmos de barro.
Yo tengo una edición de la editorial Juventud, agotada hace mucho tiempo, y no se si se podrá ya conseguir en otra edición.